miércoles, 30 de noviembre de 2011

Crítica literaria: Punto de fuga


Punto de fuga
Por: Orlando López E.

Premio Alfaguara 2007
Cuando imagino un punto de fuga en mi mente se dibujan desde pequeños agujeros negros, hasta los más coloridos portales cósmicos que me libran de esas horribles pesadillas repetitivas. O tal vez, esos segundos en los cuales puedo tomar decisiones que me salvan de algún mal. Para Jeremías Gamboa,"Punto de fuga", título de su libro, puede ser la ausencia de sucesos que encierran una historia. Personajes que van y vienen, dentro de estructuras que comprenden fragmentos de vida e introduce al lector en momentos de suspenso y desenlace. Este libro que contiene ocho historias está cargado de misterios sin resolver y dejan mucha incertidumbre. Un estilo particular del autor que pretende meternos y dejarnos pensando en lo que falta. Jeremías es muy descriptivo y emplea en su obra gran cantidad de pausas que nos dejan tiempo necesario para alucinar cada escena que presenta. Tal vez posee esa frescura de un autor joven que puede explicarse de tal manera que llegue a ser entendido por todos.

La sensación que tuve desde el primer cuento o relato era que iba a odiar al autor por haberme tenido concentrado en una lectura que finalmente no me llevaría a nada. A pesar de haberme metido de cabeza en sus historias, Punto de fuga me dejó un gran sin sabor por contarme algo no resuelto. En sus relatos narra acerca de muchas personas que viven tiempos extraños, vidas raras, como la del tal Pineda y su departamento en un edificio solitario y de mala apariencia. Que probablemente pasa por una de las peores experiencias de su vida al llevarse una horripilante sorpresa con un sujeto que tenemos dando vueltas en nuestra cabeza, pero luego de pasar la noche en la casa de su amigo deja el cabo suelto. Te hace imaginar y dudar de lo que podría haber pasado y ni siquiera te guía hacia una alternativa de final. Eso es desesperante y de mal gusto. Por otro lado, Jeremías Gamboa parece ser un gran contador de cuentos. Mantiene un ritmo parejo a lo largo de cada relato y presenta cada acción detalladamente. Su mejor característica podría ser la buena definición de sus personajes como personales reales y comunes. Todos ellos agobiados por la soledad en diferentes pasajes de sus vidas. Se nota el trabajo de investigación realizado por el autor, puesto que expone y emplea muchos insights que al revelarse son perfectamente creíbles. Nada forzado, no hay engaños en sus historias.
Jeremías Gamboa nació en Lima en 1975

A pesar de todo, la lectura me resultó cómoda y rápida, debe ser por su lenguaje de poco enredo y fácil entendimiento. Me gusta la forma en cómo te sumerge en un mundo paralelo y te llena de emociones, pero me irrita el hecho de no saber qué pasa finalmente. No creo que me den muchas ganas de volverlo a leer, sin embargo esperaría más de Jeremías como escritor. Tiene estilo pero le falta cerrar esos círculos necesarios para convertir a sus lectores en fieles seguidores de sus narraciones. Si tuviera que escoger uno de estos cuentos creo que me quedaría con uno de los míos. Eventualmente no serán tan buenos pero me esmero por darles un buen final. Me encanta la idea de saber que los demás se quedan conformes con mi trabajo y no a medias, posiblemente dejarlos deseando más y yo ofreciendo todo lo que tengo por dar.

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